lunes, 11 de noviembre de 2013

De las cosas que disfrutas... y de cerrar ciclos.

Bien es sabido que en el modo de vida actual, gris y monótono, pocas cosas en la vida son las que realmente nos alegran. Así debería ser siempre, pero no lo es, y entonces cuando uno de esos momentos llegan quisieras que nunca acabasen... quisieras que el tiempo se congelara en ese momento donde no importa nada más, donde no tienes problemas, ni prisas, ni tienes que cumplir horarios o trabajos, donde lo único que importa es DISFRUTAR.

El pasado 8 de noviembre viajé, junto con un amigo, 2200 km. (desde la Ciudad de México hasta Mexicali) para ver a uno de mis artistas favoritos, LENA KATINA, ex integrante del grupo ruso t.A.T.u., en su primer concierto completo en México. Puedo decir que ha sido la mejor experiencia de mi vida, conocí gente increíble, viajé por primera vez en un avión, viajé lo más lejos de mi ciudad origen para un concierto de 17 canciones, ¿poco? puede ser, pero valió tanto la pena cada momento, que si Lena hiciera otro concierto en cualquier otra ciudad del país, sin duda iría. 

17 canciones desglosadas en 9 del"extinto" grupo t.A.T.u., 1 cover, 2 canciones íntegramente en español ("No Olvidaré" y "Levántame"), y 5 canciones propias como solista. 5 horas de espera en el antro, una botella de 1600 para poder estar cerca de ella, ¡tan hermosa que es!, todo gasto y sacrificio valieron tanto la pena por esas horas en las que estuvimos tan cerca, en donde la euforia de los fans y su presencia en el escenario nos unían como a nada ni nadie. La música une a las personas, y ahora lo creo más que nunca. La mejor parte de toda esta aventura fue cuando Lena me dijo enfermo al saber que había viajado desde el D.F. para verla, esa cara que puso al escucharlo, ¡será algo que jamás olvidaré!

Brincar de la emoción, gritar con todas mis fuerzas, beber cerveza y vodka como si me encantara, llorar al escucharla cantar "Lost in this dance", temblar de nervios al estar frente a ella y no saber qué decirle, comprar sus singles, meterme en la fila para pasar primeros a la firma de autógrafos; entre otras tantas, son cosas que jamás olvidaré. 

...


Por otra parte, el viaje sirvió para cerrar un ciclo, que si bien no terminó como yo hubiese querido, al menos no quedó como estaba: en pésimo y decadente estado. Ambos disfrutamos de esta experiencia, y enfatizamos en que podemos vivir cosas realmente buenas en plan de amigos, sin necesidad de que existan ya rencores por cosas hechas o dichas en el pasado. Diferentes circunstancias y hechos menguaron nuestra relación que empezaba a tornarse no sólo de amistad ni sexo casual, y es aquí donde empezaron los reclamos, dramas y reprimendas de ambas partes; no quería que todo quedara así, y el segundo objetivo del viaje se cumplió: cerré el ciclo de buena manera. Cerrar uno para abrir otro, conocí un lado de esa persona en un momento poco oportuno, pero ahora estoy dispuesto a conocer otro... y así será.

Finalmente, este viaje trajo consigo muchos cambios y experiencias irrepetibles que quedarán por siempre guardadas en mi memoria.



Mi foto con Lena Katina, al final de su show.
Es una increíble persona :)